El Gran Secreto de la Santa Muerte - стр. 11
Capítulo 6 – Altares y su preparación, ofrendas
Para rendir culto a la Santa Muerte hay que preparar un altar. Representa la puerta que nos comunica con ella, para atraer la energía de su reino a nuestro mundo. Es un espacio consagrado en el que se encuentran los objetos y las imágenes que fundamentan nuestra devoción, nos llena a nivel espiritual.
Pero he de hacer especial referencia, ha que no es lo mismo preparar un altar en un país como México que otro en Europa o resto del mundo. Para empezar explico cómo se realizan en México de donde es originaria.
En primer lugar te recomiendo buscar un lugar especial, que sea amplio y confortable. Intenta no mostrarlo a las personas curiosas si es privado, es mejor mantenerlo oculto, ya que potenciará más sus efectos con personas que tengan fe y veneración. Por el contrario si es un altar familiar, debe colocarse en un lugar tranquilo al que se pueda acceder para orar y que tenga buena ventilación.
Si puedes las paredes del altar deben ser de color negro porque protege el hogar, la oficina o el negocio, el techo debe ser morado, y el área del altar se cubrirá con un velo en forma de cortina color morado. El altar se deberá orientar en la pared por donde se oculta el sol, el poniente. Al pie del altar se colocará una pequeña mesa, la cual deberá cubrirse con un paño o mantel negro, que cubrirá la mesa hasta el suelo por los cuatro costados.
En la medida de lo posible, cabe utilizar utensilios que sean de origen natural para que la atracción de la energía y luz sea más poderosa.
Se puede cambiar el paño de la mesa, según el color que necesitemos para nuestras peticiones; potenciando así la atracción de la energía adecuada para cada petición.
Una vez tengas el lugar para poner tu altar, se debe hacer una caja de madera, hierro, de barro o metal o cualquier otro producto de origen vegetal, un poco más pequeña que el altar, donde se colocará encima la Santa Muerte. Se ha de ubicar a nuestra propia altura o incluso en un sitio más alto como manifestación clara de respeto. La caja se debe forrar con tela o terciopelo de color rojo en el interior y de color negro en el exterior. Se le pondrá un candado o cerradura pequeña, y le llamaremos depositario. Dentro se guardarán objetos de poder que servirán de guía a los espíritus celestiales hacia el altar. La llave será custodiada por la persona encargada del altar.
Se recomienda poner en el, huesos de animales nocturnos o en su caso recuerdos de algún difunto, tierra de cementerio, cenizas, o tierra de zonas arqueológicas que contengan gran energía de nuestros antepasados prehispánicos, también se añadirán cuarzos, imanes y algunos cristales.
Cuando esté todo listo se envuelve en un paño morado, preferiblemente, y se atará con un listón delgado, negro o morado. Se introduce en el depositario y se cubre con un paño negro.
Colocaremos a nuestra Santísima Muerte encima y colocaremos velas a cada lado, flores e inciensos. Se sugiere poner un plato de barro, cenicero y un vaso de cristal, que son los utensilios exclusivos de la Santísima muerte.
Para instalar y consagrar este altar el día más propicio es el martes. Por la mañana es ideal la Santa se ha despertado y tiene mucha fuerza con una energía emprendedora y a la que le gustan los retos; por la tarde está en la plenitud de su poder, y a la noche, se manifiesta la energía de las fuerzas ocultas. Para levantar el altar, la persona ha de estar tranquila y serena, sin prisas ni preocupaciones; pues se dedicará en cuerpo y alma a la Santa Muerte.